Los beneficios de la disciplina positiva no se limitan solo a la educación de nuestros hijos e hijas, sino a la mejora de la conexión y la convivencia familiar.
La disciplina positiva, o educación positiva, se basa en educar a los niños y niñas respetando sus derechos, sin ejercer ningún tipo de violencia, ya sea física, verbal o psicológica.
Educar en positivo implica poner límites y normas que protejan a nuestros hijos e hijas, pero siempre con respeto y cariño.
Por qué educar en positivo
Todos los padres y madres quieren lo mejor para sus hijos e hijas. Todos y todas desean que sus niños/as crezcan sanos y felices y que se conviertan en adultos autónomos, capaces de lograr aquello que se propongan y que disfruten de su vida de una forma sana y responsable.
Sin embargo, esto no es nada sencillo. La maternidad y la paternidad no suele ser el camino fácil y alegre que la mayoría de las personas sueña cuando decide traer una nueva vida a este mundo.
La llegada de un bebé a tu vida no solo trae una inmensa alegría, sino también mucha responsabilidad y un montón de situaciones que no sabes cómo afrontar (por mucho que te hayas preparado para hacerlo).
Es por esto que muchas madres y padres primerizos se ven desbordados, creen que no están haciendo las cosas como deberían e, incluso, pueden llegar a pensar que no podrán ser el padre o madre que habían soñado.
Uno de los principales beneficios de la disciplina positiva es que nos ayudará a educar a nuestras hijas e hijos desde el respeto, la comprensión y el cariño. También nos permitirá ser la madre o padre que realmente queremos ser. Por esta razón, cada vez son más las personas que deciden seguir los principios de la Disciplina Positiva.
Aquellos padres y madres que aún tengan dudas acerca de lo que la educación en positivo puede aportarle a su familia, quizás se acaben de convencer al conocer los beneficios de la disciplina positiva.
8 Beneficios de la Disciplina Positiva: Por Qué Educar en Positivo
BENEFICIOS DE LA DISCIPLINA POSITIVA
1. Crea vínculos familiares fuertes y seguros: el primer beneficio de la disciplina positiva.
Ejercer una parentalidad positiva ayuda a los niños y niñas a sentir que pertenecen, que forman parte de la familia y que su contribución a la convivencia es valiosa.
La disciplina positiva promueve el diálogo como parte del proceso de toma de decisiones familiares. Esto no significa que los niños y niñas puedan hacer lo que quieran en cualquier momento.
Obviamente, los adultos son los encargados de velar por la seguridad infantil y también son los responsables de que se cumplan las normas establecidas.
Por otro lado, si permitimos a nuestros hijos e hijas expresar su opinión y formar parte de las decisiones les haremos sentir que son una pieza importante del engranaje familiar.
2. Promueve la autoestima positiva.
La educación positiva, a través de la amabilidad y la firmeza, alienta al niño/a a tomar decisiones y a conocer sus capacidades.
El niño o niña se sentirá respetado/a y respaldado/a por sus progenitores, lo que le hará verse como una persona capaz y con recursos.
3. La disciplina positiva es eficaz a largo plazo.
Quizás este sea uno de los mayores beneficios de ejercer una parentalidad positiva. Y también la mayor diferencia entre la educación tradicional y la educación en positivo.
Ante un problema, la educación en positivo se centra en la búsqueda de soluciones. Por el contrario, la educación basada en los castigos, los gritos o las amenazas, busca castigar a los culpables.
«Una persona que ha sido castigada no será menos propensa a comportarse de cierta manera; en el mejor de los casos, aprenderá a evitar el castigo «
B.F. Skinner
La disciplina positiva ve el error como una posibilidad de aprender y no como algo que debe ser castigado. Así, enseñaremos a nuestros hijos e hijas a resolver los conflictos y a aceptar los errores, tanto propios como ajenos.
De esta manera, evitaremos futuros enfrentamientos y aprenderemos a resolver los problemas con respeto y eficacia.
4. La disciplina positiva enseña habilidades para la vida.
La educación en positivo pretende desarrollar las habilidades sociales de los niños y niñas. Además, ayuda al desarrollo de la inteligencia emocional.
A través del ejemplo, enseñamos a nuestros hijos e hijas el respeto a los demás y a ellos/as mismos/as, estrategias eficaces de resolución de conflictos y la necesidad de cooperar con los demás para alcanzar nuestros objetivos.
5. La disciplina positiva fomenta la seguridad en uno/a mismo/a.
Otro de los grandes beneficios de la disciplina positiva es que alienta a los niños y las niñas para que descubran sus capacidades, sean autónomos y constructivos, tomen sus propias decisiones, no tengan miedo a equivocarse y acepten sus límites de una forma positiva.
6. Crea vínculos emocionales positivos.
Desarrollar un vínculo emocional positivo con las principales figuras de apego es imprescindible para el óptimo desarrollo psicológico, cognitivo y emocional de los niños y niñas.
Además, los Beneficios de una Conexión Emocional positiva se extenderán a la convivencia y armonía familiar.
Gracias a la disciplina positiva, tu hijo o hija crecerá en un ambiente de seguridad y confianza que le permitirán establecer un vínculo emocional positivo con todos los miembros de su familia.
Esto será garantía de unas relaciones sanas y positivas que os ayudarán a afrontar cualquier conflicto de forma respetuosa y razonada.
7. Te permite disfrutar la infancia de tu hijo/a.
Cuando las peleas, las luchas de poder, las rabietas o los castigos forman parte del día a día familiar, es difícil disfrutar de la maternidad o paternidad. Cuando esto ocurre, a menudo, nos olvidamos de que la infancia de nuestros hijos e hijas no durará para siempre y de que si no disfrutamos de ella, más pronto que tarde nos arrepentiremos.
Seguir los principios de la disciplina positiva nos permitirá vivir la infancia de nuestros/as niños/as como una de las mejores etapas de nuestra vida familiar.
«El medio para hacer buenos a los niños y niñas es hacerlos felices»
Oscar Wilde
8. La disciplina positiva te ayuda a ser el padre o madre que quieres ser.
Ninguna persona quiere que su hijo o hija lo recuerde como alguien malhumorado, alguien que le imponía normas que no entendía o alguien a quien miraba con miedo o rencor.
Todas y todos deseamos ser los mejores padres o madres para nuestros/as hijos/as.
Seguramente este sea uno de los beneficios de la disciplina positiva que más valoraremos a largo plazo: ser la madre o padre que realmente queremos ser.
LECTURAS RECOMENDADAS SOBRE DISCIPLINA POSITIVA
Aunque el camino de la crianza no es fácil, lo cierto es que, con las estrategias y herramientas apropiadas, puede no ser tan complicado como nos puede parecer en muchos momentos.
Sin duda, estos libros pueden ser un gran aliado en nuestra labor como madres y padres.
✅ Disciplina sin lágrimas
Este es un básico en cualquier colección de libros sobre educación y desarrollo infantil.
Los autores de este best seller sobre disciplina positiva son el psiquiatra Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, pediatra y psicoterapeuta de adolescentes, especializada en desarrollo infantil.
En este libro encontrarás las herramientas necesarias para comprender las emociones y comportamiento de tu hijo/a y para afrontar las rabietas y enfados sin necesidad de recurrir a los castigos ni gritos.
✅ Cómo educar con firmeza y cariño
La autora de este libro es Jane Nelsen, doctora en psicología educativa y experta en disciplina positiva.
En este libro, Jane Nelsen nos explica cómo se produce el desarrollo del cerebro infantil y nos da las pautas necesarias para educar a nuestros/as hijos/as con cariños, respeto y amabilidad, pero sin olvidar la importancia de los límites y las normas.
✅ Si quieres aprender más sobre las bases y la aplicación de la disciplina positiva, te recomendamos leer nuestro artículo 11 Libros sobre Disciplina Positiva: cómo y por qué practicar la Educación Positiva.
A MODO DE CONCLUSIÓN: Beneficios de la Disciplina Positiva
La crianza tradicional se basa en enseñar a los niños y niñas a obedecer y seguir las reglas sin rechistar.
La disciplina positiva, en cambio, se centra en enseñarles a tomar decisiones, tener su propia opinión y actuar con respeto y consideración hacia las demás personas.
Así, la educación en positivo proporciona a los/as niños/as la capacidad de elegir por ellos/as mismos/as y de resolver discusiones o conflictos de forma razonada.
Además, fomenta la seguridad y una autoestima sana.
Todo esto derivará en un ambiente familiar de armonía, cooperación y respeto mutuo.