Ejercer una parentalidad positiva significa respetar los derechos de los niños y niñas y seguir los principios de la disciplina positiva.
La educación basada en la disciplina positiva (o educación positiva) implica educar con normas y límites, pero sin gritos, amenazas o castigos. Estos Libros sobre Disciplina Positiva te ayudarán a profundizar en los principios y las herramientas de la Disciplina Positiva.
Principios de la Parentalidad Positiva: Claves de la Disciplina Positiva
La parentalidad o disciplina positiva se asienta sobre tres pilares: conocer, proteger y dialogar.
1. Conocer y entender a tu hijo/a: primer paso de la parentalidad positiva.
No podremos aplicar los principios de la educación positiva si no conocemos primero las características de la etapa de desarrollo en la que se encuentra nuestro hijo o hija.
Muchas veces, la falta de conocimiento sobre el desarrollo infantil nos lleva a no entender algunos comportamientos de nuestros/as hijos/as.
No podemos olvidar que vivimos en una sociedad adultocentrista, es decir, una sociedad en la que los adultos somos los modelos a seguir.
Así, a menudo nos olvidamos de que en cada etapa de nuestra vida tenemos unas características y necesidades diferentes.
Además, tendemos a minimizar los problemas de los niños, niñas o adolescentes, pensando que solo los adultos tenemos dificultades en nuestro día a día.
«Pasamos los primeros años de la vida de nuestros/as hijos/as enseñándoles a hablar y a caminar y el resto de su vida a callarse y a sentarse. Hay algo mal en eso.»
N. D. Tyson
Para poder comprender el comportamiento de tu hijo/a será necesario que conozcas y entiendas las características de cada etapa de su desarrollo.
✅ Si necesitas más información sobre el desarrollo emocional y cognitivo de tu hijo/a visita Libros y cuentos sobre desarrollo y educación emocional. De esta forma sabrás si su actitud y comportamiento están relacionados o no con las características o cambios físicos, psicológicos, emocionales o cognitivos propios de su edad.
2. Ofrecer seguridad y estabilidad.
El segundo principio de la disciplina positiva se basa en la necesidad de todos los niños y niñas de sentir que pueden confiar en sus padres y madres (o principales cuidadores). Nuestros hijos e hijas necesitan sentirse protegidos por nosotros/as.
Como padres y madres, tenemos la obligación de proporcionar a nuestrxs hijxs un entorno seguro y estable en el que poder desarrollarse de forma sana y positiva.
✅ Para que nuestros/as hijos/as sientan que pueden confiar en nosotros/as es necesario que establezcamos un vínculo emocional positivo con ellos. El artículo 7 Consejos para lograr una buena Conexión Emocional con tus hijxs te resultará muy útil para lograr este objetivo.
3. Dialogar: la herramienta principal de la parentalidad positiva.
La educación positiva es sinónimo de educar sin gritos, ni castigos, ni amenazas, ni ninguna otra manifestación de enfado que provoque malestar o humillación en los niños y niñas.
Si realmente queremos ejercer una parentalidad positiva, deberemos optar por resolver los conflictos y problemas con nuestra familia sin recurrir a castigos físicos ni humillantes.
Y la razón por la que es necesario cambiar algunas de las estrategias educativas fuertemente arraigadas en nuestra sociedad es muy sencilla: no queremos causar dolor a nuestros hijos/as.
Y, en contra de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, los castigos físicos, los gritos, las amenazas, los chantajes y los insultos causan dolor, tristeza, miedo y culpabilidad.
Además, este tipo de «educación» impide un desarrollo emocional positivo, provoca problemas de autoestima e impide crear un vínculo emocional seguro entre padres/madres e hijxs.
Por tanto, ante un conflicto o problema, respira hondo, sigue las directrices de la disciplina positiva: ármate de paciencia y dialoga con tu hijo/a.
✅ Y recuerda que dialogar implica hablar y también escuchar. Nuestro artículo Los mejores Juegos de Mesa para Familias te ayudará a hablar con tus hijos/as de vuestros sentimientos, a la vez que pasáis un rato muy divertido.
Puedes leer más sobre el castigo físico y sus consecuencias en Save the children: castigo físico y humillante
LECTURAS RECOMENDADAS SOBRE PARENTALIDAD POSITIVA
Los siguientes libros te permitirán conocer más en profundidad las bases y la forma de ejercer una parentalidad positiva.
✅ El gran libro de Lucía, mi pediatra
El primer paso para ejercer una parentalidad positiva es prepararse para entender y fomentar el desarrollo de nuestro hijo o hija.
En este libro, escrito por la famosa pediatra Lucía Galán, encontrarás respuesta a la mayoría de las dudas a las que tiene que enfrentarse cualquier padre o madre.
✅ Educar sin perder los nervios
Tania García, autora de este práctico libro, es pedagoga y asesora a familias sobre educación respetuosa desde 2012.
✅ Disciplina sin lágrimas
Este libro sobre disciplina positiva es uno de los más vendidos en España y otros muchos países.
El psiquiatra Daniel J. Siegel y la pediatra y psicoterapeuta Tina Payne Bryson nos dan las claves para educar a nuestros hijos e hijas siguiendo los principios de la parentalidad positiva.
A MODO DE CONCLUSIÓN: Parentalidad Positiva
La educación positiva se basa en aplicar los principios de la disciplina positiva. Esto requiere mucha paciencia, esfuerzo y una gran dedicación por parte de los padres y madres. Sin embargo, los beneficios de la disciplina positiva harán que todo este trabajo valga la pena.
✅ La educación positiva no solo no es fácil, sino que puede ser increíblemente complicada y agotadora. En nuestra página Disciplina Positiva: Guía práctica para Educar en Positivo encontrarás teoría y herramientas muy útiles para educar en positivo a tus hijos o hijas.
Es normal que, en ocasiones, nos sintamos desbordados/as por las demandas de nuestros hijos e hijas, que nos olvidemos de la «teoría» y que no seamos los padres y madres que realmente queremos ser.
No te culpabilices por ello. Lo haces lo mejor que puedes. Todos y todas nos equivocamos. Cuando te ocurra, acepta tus errores, recapacita y pide disculpas si es necesario.
Y si esto no es suficiente, si sientes que hay algo que no es como te gustaría y no sabes cómo cambiarlo, no dudes en pedir ayuda.
Hacer todo lo posible para que tu hijo/a esté bien es lo que te hace ser buen/a padre/madre.
Me encantó el artículo
¡Muchas gracias, Soledad! Me alegro de que te haya gustado.