La etapa de la adolescencia es un momento crucial en la vida de cualquier joven y, a menudo, un importante desafío para sus padres.
La comunicación entre padres e hijos/as adolescentes puede ser complicada, y es completamente normal que surjan conflictos en este período.
En este artículo exploraremos los tres tipos de conversaciones que nos permitirán mejorar la comunicación con nuestros/as adolescentes.
Cómo hablar con tu hijo/a Adolescente
Por Qué esforzarme en hablar con mi Adolescente
La comunicación entre padres/madres e hijos/as es fundamental, es el puente que permite construir relaciones basadas en la confianza, el respeto y el entendimiento mutuo.
Cuando existe una comunicación abierta, los hijos e hijas se sienten escuchados, comprendidos y apoyados, lo que refuerza su autoestima y seguridad.
Además, una buena comunicación facilita que padres y madres acompañen de manera efectiva el crecimiento emocional de sus hijos/as, ayudándoles a enfrentarse a situaciones complicadas a y tomar decisiones saludables.
Esta conexión no solo previene conflictos y malentendidos, sino que también fortalece el vínculo familiar, propiciando un ambiente en el que cada integrante puede expresar sus ideas, preocupaciones y necesidades de manera sana y efectiva.
El reto de hablar con mi Adolescente
Hablar con tu hijo/a adolescente puede ser todo un reto.
Tu hijo/a se encuentra en una edad en la que está explorando su independencia y buscando su voz propia y no siempre le apetece escuchar a los demás, especialmente, a sus padres.
Cómo hablar con mi Adolescente (sin gritos ni conflictos)
A continuación, te presentamos tres tipos de conversaciones que puedes tener con tu hijo o hija adolescente para fomentar una comunicación efectiva y saludable.
1. Conversación Informativa
Esta es la comunicación adecuada cuando necesitas decirle a tu hijo/a adolescente algo que tiene que hacer, como recoger la habitación, apagar la consola, o hacerse responsable de la limpieza.
En estos casos, es importante asegurarte de que tu hijo/a está escuchando y hablar de forma directa, sencilla, y clara.
Simplemente, di lo que tienes que decir, y luego, vuelve a tus tareas.
No es necesario que tu hijo replique ni que entres en conflicto.
Di lo que tengas que decir y vete.
2. Comunicación Espontánea
La comunicación espontánea surge cuando tu hijo adolescente viene a hablarte acerca de sus preocupaciones o problemas o quiere compartir contigo lo que ha pasado en su día.
En estos casos, es vital escuchar atentamente y hacerle saber que le estás prestando atención.
Haz signos de que estas escuchando, como asentir o decir frases cortas como ah, ¿sí? o vaya, para mostrar que estás muy interesado/a en todo lo que te estás contando (sea o no sea cierto).
Evita confrontar, incluso si existe algo que no te parece bien, que te preocupa o si no estás de acuerdo con lo que te está diciendo.
Solo escucha y muestra que le estás prestando atención.
Si algo te preocupa acerca de lo que te ha contado tu hijo/a, espera unas horas o al día siguiente y abórdalo durante un momento más distendido.
3. Conversación Superficial
La comunicación superficial es la más común entre padres/madres e hijos/as adolescentes y se trata de hablar de cualquier cosa sin importancia, sin generar conflicto.
Si tu hijo/a adolescente tiene un interés, como por ejemplo, una banda o un equipo deportivo favorito, haz preguntas al respecto y habla con entusiasmo de estas cosas con él o ella.
Muestra interés por lo que le gusta.
Estas conversaciones informales son una excelente forma de generar un vínculo entre los dos, fomentando así la apertura y confianza que ayudan a mantener una relación saludable y constructiva.
Conclusión: Hablando con mi Adolescente
La comunicación con hijos/as adolescentes puede ser complicada, y no todas las conversaciones serán fáciles.
Por esto, es importante asegurarse de que estamos transmitiendo nuestros mensajes de manera efectiva, manteniendo un diálogo abierto y respetuoso.
La importancia de la comunicación en la familia no debe ser subestimada, ya que es crucial para asegurar el bienestar emocional y psicológico de nuestros hijos e hijas.
❇️Si quieres saber más sobre cómo mejorar tu relación con tu hijo o hija adolescente, te recomendamos visitar nuestro artículo Convivencia con un/a Adolescente: Claves para mejorar vuestra Relación
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