El síndrome postvacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, suele acompañarnos en la vuelta al cole y a la rutina laboral.
En este artículo te daremos las claves para entender y reconocer el síndrome postvacacional, para evitarlo (si es posible) y, sobre todo, para superarlo y recobrar el bienestar físico y psicológico. Para lograrlo, estos Libros de Autoayuda que SÍ ayudan pueden ser un buen comienzo.
Síndrome Postvacacional: Claves para reconocerlo y superarlo.
¿Debo preocuparme por el síndrome postvacacional?
En primer lugar, es importante recalcar que necesitar un tiempo de adaptación al retorno a las obligaciones laborales es algo natural.
Por tanto, no debemos preocuparnos ante un breve periodo de ánimo decaído, insomnio o bajo rendimiento.
Sin embargo, sí nos encontraremos ante un problema si este síndrome posvacacional se prolonga más allá de dos semanas.
En estos casos, lo mejor que podemos hacer por nuestra salud es buscar la ayuda de un/a profesional de la psicología.
Como ya hemos mencionado, no es extraño sentir cierto malhumor o desánimo al acabar nuestras vacaciones.
No obstante, que sea normal necesitar unos días para superar este síndrome posvacacional no significa que debamos resignarnos al malestar que nos genera.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El periodo vacacional nos permite desconectar de nuestras obligaciones laborales. Podemos disfrutar de tiempo libre, salir de la rutina, descansar,… También es el momento perfecto para viajar, quedar con amigos/as, disfrutar con nuestra familia, etc.
Después de este periodo de relax y desconexión es normal no tener ganas de volver a la oficina.
El síndrome postvacacional es el conjunto de síntomas físicos y psicológicos que acompañan a la adaptación a la vuelta al trabajo o los estudios.
«Nadie necesita tanto unas vacaciones como la persona que acaba de tomarse unas»
Elbert Hubbard
¿Realmente existe la depresión o síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional no es un trastorno o enfermedad mental.
Esto es, no aparece en la clasificación de la CIE-10 (Clasificación Internacional de las Enfermedades y Trastornos relacionados con la Salud Mental realizada por la Organización Mundial de la Salud).
Tampoco podremos encontrar el síndrome postvacacional en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de American Psychiatric Association).
Por tanto, no podemos definir el síndrome postvacacional como una enfermedad o trastorno.
Dicho esto, numerosos estudios y profesionales de la salud mental coinciden al afirmar que sí existe un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que aparecen de manera frecuente al reincorporarnos a la vida activa después de un periodo de descanso.
Estos síntomas que acompañan a la adaptación a la vuelta a la rutina es lo que denominamos depresión, estrés o síndrome postvacacional.
¿Por qué sufrimos el síndrome posvacacional?
El fin de las vacaciones supone el regreso al trabajo o las clases. Esto implica volver a los madrugones, a las rutinas de horarios y comidas, a las peleas por los deberes y a la necesidad de compaginar las obligaciones laborales y familiares con la vida social.
Estos cambios de rutina requieren un periodo de adaptación. Nuestro cuerpo, y también nuestra mente, necesitan acomodarse a los nuevos horarios y obligaciones.
En otros casos, al acabar nuestras vacaciones nos damos cuenta de que no hemos aprovechado el tiempo como queríamos o de que no hemos sido tan felices con nuestra pareja o familia como esperábamos.
También nos pueden surgir dudas acerca de nuestro trabajo o nuestro futuro.
Para muchas personas las vacaciones son días de estrés. Para otras, supone un replanteamiento acerca de su vida.
Todo esto puede llevar no solo al síndrome postvacacional sino al principio de una crisis vital.
Síntomas del síndrome postvacacional
A pesar de que no existe el diagnóstico de depresión postvacacional, no cabe duda de que el conjunto de síntomas físicos y psicológicos a los que llamamos síndrome postvacacional y que acompañan a la reincorporación a la vida activa es muy habitual.
Los síntomas físicos más habituales del síndrome postvacacional son:
- Insomnio.
- Fatiga.
- Problemas gastrointestinales.
- Trastornos alimentarios: falto o exceso de apetito.
- Nerviosismo, palpitaciones, sudoración.
- Estrés.
- Dolores musculares.
- Falta de atención y concentración.
- Bajo rendimiento en el trabajo o los estudios.
Aparte de estos síntomas físicos, el síndrome postvacacional conlleva una serie de síntomas psicológicos característicos:
- Cambios de humor frecuentes.
- Irritabilidad.
- Falta de interés generalizado.
- Pérdida del sentido del humor.
- Baja motivación.
Cómo evitar el síndrome postvacacional
A pesar de lo habitual del síndrome postvacacional, hay algunas estrategias que nos ayudarán a evitar, o minimizar, sus efectos:
- Intenta volver a la rutina de forma progresiva.
- Empieza a cambiar los horarios de sueño y alimentación la semana anterior a la incorporación a la vida laboral.
- No te exijas un rendimiento del cien por cien desde el primer día.
- Ve con tiempo al trabajo, evita el estrés de los atascos y las prisas.
Cómo superar el síndrome o depresión postvacacional
Si tras nuestras vacaciones sentimos que la vuelta a la dura realidad puede con nosotros/as es momento de enfrentarnos y superar el síndrome postvacacional.
A continuación, te damos algunas claves para acabar con los síntomas del síndrome postvacacional.
1. Dedica tiempo a actividades placenteras.
En general, el estrés que nos provoca el trabajo se agrava al no disponer de momentos de desconexión. Por esto, es importante reservar siempre parte de nuestro tiempo a actividades que nos resulten agradables.
2. Organízate.
No es sencillo compaginar el trabajo, las obligaciones familiares y el tiempo de ocio. Así, planifica y organiza tu tiempo de manera eficaz.
✅ Para lograrlo, ten siempre a mano una agenda y no dejes de el trabajo ocupe todo su espacio.
3. Aprende a gestionar tus emociones.
Para afrontar y superar el síndrome postvacacional es imprescindible aprender a manejar nuestras emociones, especialmente aquellas menos agradables, de una manera positiva. Por tanto, dedica un tiempo a gestionar las Emociones «Negativas».
4. Haz ejercicio.
El ejercicio te ayudará a superar algunos de los síntomas del síndrome postvacacional y, además, mejorará tu salud y tu estado de ánimo.
Quizás sea el momento de buscar unas clases de pilates, de probar el running o de volver al gimnasio.
«La motivación es lo que te pone en marcha, y el hábito es lo que hace que sigas» Jim Ryun
5. Incorpora hábitos saludables a tu día a día.
Sin duda, una alimentación sana y una buena rutina de sueño son dos básicos antiestrés. Si a esto añadimos un poco de ejercicio físico, el bienestar está casi asegurado.
6. Practica mindfulness.
Numerosos estudios demuestran que la práctica habitual de mindfulness reduce el estrés y mejora nuestra calidad de vida.
✅ Mindfulness en la vida cotidiana
Este libro te ayudará a incorporar el mindfulness a tu día a día y a acabar con el síndrome postvacacional.
7. Plantéate nuevos objetivos.
Son muchas las personas que hacen una larga lista de propósitos cada fin de año.
Si eres de esas personas, revisa esa lista.
En caso de que ya hayas logrado todos tus objetivos, es el momento de plantearte nuevos retos.
Si, por el contrario, formas parte del 99% de la gente que a estas alturas del año ni recuerda lo que prometió hacer el uno de enero, no te agobies. Recapacita y replanifica tus metas.
✅ Nuestro artículo Propósitos de Año Nuevo: 7 Pasos para cumplirlos en 2021 te ayudará a decidir tus nuevos propósitos de una forma más realista y eficaz.
8. Pide ayuda.
No nos cansaremos de repetir que ningún artículo, publicación o libro puede sustituir a la terapia psicológica.
Por consiguiente, si después del periodo natural de adaptación a la vuelta a la rutina el síndrome postvacacional no desaparece, busca la ayuda de un/a psicólogo/a.
Conclusión: Superar el Síndrome Postvacacional
A pesar de que la depresión o síndrome postvacacional no es un trastorno mental, no cabe duda de que sus síntomas son reales y muy comunes.
Aun así, podemos usar algunas estrategias para que este síndrome postvacacional sea lo más leve y pasajero posible.
Mantener un equilibrio entre la vida personal y laboral, cuidarnos física y psicológicamente y aprovechar el regreso a la actividad para plantearnos nuevas metas son algunas de las claves para superar el síndrome postvacacional.
Dejar atrás los días de descanso y huida de la rutina para volver a los horarios, compromisos y obligaciones no es plato de buen gusto para casi nadie.
Por esta razón, es totalmente normal sentir cierto malestar general, tanto físico como psicológico, durante los primeros días del nuevo curso laboral o académico.
No obstante, en algunas ocasiones, este malestar se prolonga durante más de dos semanas. Si ese es tu caso, quizás te encuentres ante una de las Señales de Alerta que te indican que es el momento de acudir a la consulta de un psicólogo o psicóloga.